El queso es uno de los productos lácteos más apreciados a nivel mundial, con una increíble variedad de sabores, texturas y formas. Sin embargo, a la hora de comprar un buen queso, ¿cómo podemos saber si realmente es de calidad? Aquí te dejamos algunos consejos clave para que aprendas a identificar un queso que realmente valga la pena.
1. Origen y denominación de origen
Uno de los primeros aspectos a considerar es el origen del queso. Algunos de los quesos más prestigiosos cuentan con una denominación de origen protegida (DOP), lo que garantiza que han sido elaborados en una región específica bajo estrictas normativas de calidad. Si un queso tiene esta certificación, como el Manchego o el Parmigiano-Reggiano, es un buen indicativo de su calidad. Fíjate en la etiqueta, donde debe estar detallado el lugar de origen y si cumple con las regulaciones específicas.
2. El tipo de leche
El tipo de leche utilizado también influye en la calidad del queso. Leche cruda o poco pasteurizada es un signo de un queso más auténtico y con mayor riqueza de sabor. La leche de vaca, cabra, oveja o búfala aporta características diferentes a cada tipo de queso. Los quesos artesanales, hechos con leche cruda, suelen tener más matices en su sabor que los quesos industriales.
3. El aspecto visual
La apariencia de un queso dice mucho sobre su frescura y calidad. Si estás comprando un queso blanco o fresco, debe ser brillante y húmedo, pero no excesivamente acuoso. En el caso de los quesos curados o semicurados, la corteza puede ser natural o ligeramente enmohecida, lo cual es normal y forma parte del proceso de envejecimiento. Ten cuidado con los quesos que presentan grietas o zonas demasiado secas, ya que podrían estar pasados o mal conservados.
4. El aroma
El aroma es uno de los aspectos más reveladores de la calidad de un queso de cabra. Un buen queso debe tener un aroma fresco y característico de su tipo. Un queso fresco o suave tendrá un aroma ligero y láctico, mientras que los quesos más curados o madurados desprenderán olores más intensos y complejos, que pueden variar desde frutos secos hasta tonos terrosos o florales. Evita aquellos quesos que huelan a plástico o amoniaco, ya que esto puede ser señal de mala calidad o de que están en mal estado.
5. La textura
La textura de un queso puede variar mucho, desde quesos blandos y cremosos hasta quesos duros y quebradizos. Sin embargo, lo que debes buscar es una consistencia adecuada para el tipo de queso que estás comprando. Un queso fresco debe ser suave y ligeramente elástico al tacto, mientras que un queso maduro debe tener una textura firme pero no excesivamente dura. Si el queso es demasiado gomoso o, en el caso de los curados, demasiado seco y quebradizo, podría indicar una mala conservación o un producto de baja calidad.
6. El sabor
El sabor es el punto clave para evaluar la calidad de un queso. Un buen queso debe tener un sabor bien definido y equilibrado, con matices complejos y un retrogusto agradable. Un queso fresco debe tener un sabor lácteo y suave, mientras que un queso curado debe ofrecer notas más intensas y persistentes. Los quesos de calidad tendrán una riqueza de sabores que evolucionan en el paladar, mientras que los quesos más industriales tienden a ser más planos y menos memorables.
7. Ingredientes naturales
Los ingredientes de un buen queso son muy sencillos: leche, cuajo, sal y fermentos lácticos. Evita los quesos que incluyen aditivos, conservantes u otros ingredientes artificiales, ya que esto suele ser un indicativo de un producto de menor calidad. La sencillez de los ingredientes garantiza un proceso artesanal y respetuoso con las tradiciones queseras.
8. Proceso de maduración
La maduración es clave en la calidad del queso. Un buen queso curado o semicurado debe haber pasado por un proceso de envejecimiento controlado, que permite que desarrolle sus sabores y texturas características. La duración del proceso dependerá del tipo de queso, pero es esencial que se haya respetado este tiempo para obtener un producto con profundidad de sabor y buena textura.
9. Compra en lugares especializados
Siempre que puedas, compra quesos en tiendas especializadas o mercados locales, donde podrás obtener recomendaciones de expertos y productos más frescos y artesanales. Los supermercados suelen ofrecer quesos más comerciales, que si bien no siempre son malos, muchas veces no alcanzan la calidad de un queso artesanal.
Elegir un buen queso no es difícil si sabes en qué fijarte. Presta atención al origen, la calidad de la leche, los ingredientes, y sobre todo, al aroma, textura y sabor. Al tomar en cuenta estos aspectos, te asegurarás de disfrutar siempre de quesos de excelente calidad que harán que cada bocado sea una experiencia deliciosa.
En Quesos y Besos, celebramos la cultura del queso y te animamos a explorar nuevas variedades y aprender más sobre este fascinante producto que, sin duda, es uno de los grandes placeres gastronómicos. ¡Feliz degustación!