¿Un helado de queso de cabra? ¡Sí, has leído bien! Esta sorprendente y deliciosa combinación está conquistando paladares, y en Quesos y Besos no podíamos dejar de compartir contigo esta receta que aúna lo mejor del dulce y el salado.
El queso de cabra, con su sabor suave y cremoso, se funde con la dulzura natural de la miel para dar lugar a un helado casero distinto, sabroso y muy fácil de hacer.
¿Por qué combinar miel y queso de cabra?
La combinación de miel y queso no es nueva, pero en forma de helado, la experiencia se eleva a otro nivel. El queso de cabra aporta una cremosidad intensa y un toque ligeramente ácido que contrasta perfectamente con la miel.
El resultado es un helado elegante, ideal como postre en cenas especiales, para sorprender a tus invitados o, por qué no, darte un capricho diferente.
Ingredientes (para 4 personas)
- 200 g de queso cremoso de cabra
- 300 ml de nata para montar (mínimo 35% M.G.)
- 150 ml de leche entera
- 100 g de miel (elige una de buena calidad, como de azahar o romero)
- 2 yemas de huevo
- Una pizca de sal
- Opcional: nueces tostadas o crocanti para decorar
Elaboración del helado de queso de cabra paso a paso
Preparar la base del helado
En un cazo, calienta la leche con la nata a fuego medio. Añade la miel y remueve hasta que se disuelva completamente.
Incorporar las yemas
Bate las yemas en un bol. Añade un poco de la mezcla caliente sin dejar de remover para evitar que se cuajen. Luego incorpora todo al cazo y cocina a fuego lento, removiendo constantemente, hasta que espese ligeramente (no debe hervir).
Agregar el queso de cabra
Retira del fuego y añade el queso de cabra en trozos. Mezcla hasta que se derrita y se integre por completo. Añade una pizca de sal para realzar los sabores.
Enfriar y madurar
Deja enfriar la mezcla a temperatura ambiente y luego refrigérala al menos 4 horas (mejor si es toda la noche).
Mantecar
Si tienes heladera, vierte la mezcla y sigue las instrucciones del fabricante. Si no tienes, congela en un recipiente hermético y remueve cada 30-40 minutos durante las primeras 3 horas para romper los cristales de hielo.
Servir y disfrutar
Sirve con un chorrito extra de miel por encima y, si quieres, algunas nueces tostadas para darle un toque crujiente.
Este helado no solo es una delicia inesperada, sino que refleja perfectamente el espíritu de Quesos y Besos: creatividad, productos naturales y amor por el queso. Es una receta que convierte al queso de cabra en el verdadero protagonista, demostrando que su versatilidad va mucho más allá de las tablas o las ensaladas.